Bloggermanía.

Todos somos conscientes de la enorme influencia que están teniendo los bloggers últimamente en el panorama de la moda. Sus estilismos son imitados por millones de fashionistas del mundo entero que trasladan a la calle las nuevas tendencias que vemos cada día en las pasarelas, y cuyas prendas, muchos de nosotros somos incapaces de permitirnos. Esto es así, nuestros miseros ahorros de estudiante no nos llegan para gastarnos 2800 euros en el clásico bolso 2.55 de Chanel.

Mundialmente conocidos entre este elenco de bloggers que dedican parte de su vida a contarnos sus vivencias, sus últimos eventos y en definitiva, los saraos más “cool” a los que tienen el placer de asistir, son bloggers como Chiarra Ferragni, con su blog “Theblondesalad”, la famosa Betty, autora de “Leblogdebetty” o Susanna Lau del blog “Stylebubble”. A esta última la podemos reconocer por sus variopintos estilismos, arriesgados, divertidos, con mezcla de estampados, de colores, texturas y formas, vamos, que la chica es todo un terremoto de imaginación.

Entre las bloggers españolas más destacadas podemos encontrarnos con Gala González, autora de “amlul.com”, Miranda Makaroff, hija de la diseñadora Lydia Delgado y con una personalidad arrolladora y cuyo blog lleva el título de “hermanasmiranda” y Pelayo Díaz, autor del blog “katelovesme”, y del cual se rumorea que comparte su vida sentimental con el gran diseñador David Delfín. He de decir que menciono sólo algunos, ya que la lista es interminable. 

La fiebre blogger no ha hecho más que empezar y los diseñadores están más que encantados en que estas personas promocionen sus prendas y accesorios por las pasarelas más famosas del mundo. Pero no por ello debemos pensar que todos estos bloggers son buenos en su profesión por méritos propios, el hecho de ser un blogger famoso te dota de ciertos privilegios que otras personas no poseen, como poder ser testigo de un showroom en privado de la nueva colección de un diseñador, llamémoslo X, todo ello con un exclusivo catering al que solo tienen la posibilidad de asistir unos cuantos, para que luego los que no tenemos esa oportunidad, podamos cotillear un poco sus redes sociales y a través de plataformas como Instagram, observar los cupcakes y ñoñerías culinarias varias que se sirvieron en el evento al que asistieron.

Queridos fashion victims, no nos queda otra, está claro que ser la sobrina de Adolfo Domínguez, la hija de Lydia Delgado y el novio de David Delfín tiene que tener sus ventajas, y no por ello deben ser sometidos al yugo de la población. Cada uno vive su vida a su manera y si tienen éxito, pues oye, por algo será. Como decía Coco Chanel, la elegancia es un estado mental. Y yo, a pesar de mi poco criterio para apostillar algo a la gran Coco, me gustaría concluir la frase diciendo que  este estado mental se debe ejercitar. No basta con concienciarse de que eres una persona elegante y cumplir las expectativas que esperas de ti, sino que cada día debes ser mas elegante, porque la elegancia no es solo cuestión de moda, ser elegante no es sólo saber combinar un esmoquin con unos zapatos negros de charol, sino que también es saber lo que decir en cada momento y cómo decirlo, la elegancia es más una actitud ante la vida que una cuestión de moda y vestuario.

He de decir que muchos bloggers no conocen este término y a pesar de las grandes fortunas que gastan en estilismo, a muchos no les compensa, que queréis que os diga. Pero por otra parte, están los grandes, los magnates bloggers de la moda, como Alexa Chung. En su caso, están justificadas las inmensas sumas de dinero, porque, independientemente de que os guste o no su estilo aniñado/baby doll, Alexa siempre va perfecta, sabe combinar a la perfección todas y cada una de sus prendas, podríamos llegar a la conclusión de que su máxima es “menos es mas”, e incluso en los casos en los que se arriesga, a veces no somos conscientes. Pero desafortunadamente, no todos tenemos esa capacidad para mezclar prendas arriesgadas y no morir en el intento. ¿Será que nos hacen falta unos cuantos saraos de por medio? , o ¿quizás unos miles de euros en el bolsillo?.